La banda catalana Dorian publicaba a finales de mayo su esperado quinto trabajo con material inédito (Justicia universal). Y se encuentran inmersos en una larga gira que terminará el año en Escenario Santander el viernes 21 de diciembre. Analizamos el álbum.
Entraría en tu luz con una canción sencilla, tres notas y una bandera tan blanca como el corazón que late en tu cuerpo de niña. La canción A cualquier otra parte es un himno generacional. El tema que lanzó la carrera de Dorian hasta horizontes casi inimaginables. Hace once años una pequeña banda catalana (sin apenas promoción ni apoyos discográficos) asaltaba el panorama musical nacional, con un tema cargado de sintetizadores y una letra emocional, gracias a internet. Apenas existían los éxitos virales. Desde entonces la carrera de la banda no ha hecho más que crecer, publicando temas de lo más interesante, hasta convertirse una de las formaciones más personales de nuestro país.
Es sorprendente que una banda nacida a principios de este siglo sólo haya lanzado al mercado cuatro álbumes con material original. La carrera de Dorian nunca se ha caracterizado por ser demasiado prolífica. Hace cinco años contaban en una entrevista que les hicimos en un medio nacional que nos les gustaba repetirse y que este era el motivo por el que su discografía no era demasiado extensa. “Para no repetirte tienes que darte a ti mismo el tiempo de seguir madurando. Si sacas un disco al poco de lanzar el anterior es posible que te quede muy parecido, si dejas más tiempo, puedes seguir escuchando nueva música y dando un giro a tu estilo”. Lejos de estancarse, el grupo siempre ha optado por arriesgarse en cada trabajo buscando nuevos caminos sonoros. Hasta ahora. Su nuevo disco no innova demasiado en materia de letras y melodías. ¿Para qué cambiar una fórmula que funciona? Sin embargo contiene algunas de las mejores canciones de su carrera. Y hablamos de un álbum en el que por primera vez varios miembros de la banda se lanzan a la composición. Y en el que la producción de las canciones es mucho más limpia. Con todo, un trabajo de notable.
No habrá zona neutral ni paraíso fiscal que os salve del gran incendio mundial. La canción Justicia universal (que da titulo al disco) es un himno de acelerado de pop en el que la formación saca su vena política sin terminar de convencer. Ocurre lo mismo en Noches blancas, tema encargado de abrir el álbum. Una canción que no ha levantado grandes pasiones entre los seguidores de una formación que defiende que el tema está llamado a ir creciendo poco a poco hasta convertirse en una de sus canciones estrella. No está todo perdido.
El tema Algunos amigos alterna una melodía alegre con una de las letras más crudas y pesimistas de la carrera del grupo. Un tema directo que sorprende; de la misma manera que Duele, con la colaboración de León Larregui, vocalista de la mítica formación mexicana Zoé, es una de las mejores canciones del año. Dorian se rodean de colaboradores. También encontramos a la cantautora chilena Javiera Mena y la artista española Nita, vocalista de Fuel Fandango. Las dos protagonizan temas cargados de atmósferas oscuras; pero el protagonismo de la primera en Vicios y defectos es mayor que el de la segunda Buenas intenciones.
También hay que destacar el final del álbum. Señales es un tema certero de pop acelerado. Hasta que caiga el sol nos recuerda a algunas canciones que formaron parte del anterior disco de la banda. Y está llamado a convertirse en uno de los temas imprescindibles en su carrera. Y la oscuridad de Cometas abre nuevos e interesantes paisajes sonoros.
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