El dúo Fuel Fandango es uno de los grandes proyectos musicales de nuestro país y este viernes presenta su nuevo trabajo en Escenario Santander.
En la última jornada del festival Santander Music triunfaron las mujeres. La cantante de pop Zahara demostró que es un animal sobre el escenario, mientras que Cristina Manjón, conocida como Nita —cara visible del grupo Fuel Fandango—, protagonizó un espectáculo sublime. Es fascinante escuchar su espectacular voz mientras baila flamenco con un abanico e interpreta algunas de las canciones más destacadas de su carrera, como Trece lunas o Toda la vida.
La electrónica y el flamenco parecen dos estilos musicales incompatibles, pero llevan varios años encajando a la perfección de la mano de una banda que se ha consolidado como uno de los proyectos más interesantes y recomendables que pueden escucharse en el panorama musical nacional.
El grupo pisará este viernes Escenario Santander para presentar su nuevo trabajo, que lleva por título Origen y vio la luz hace escasas semanas, ha sido número uno en ventas y cuenta con temas recomendables como Despertaré y Huracán de flores, dos de las mejores canciones nacionales que se han facturado este año. Es imposible no rendirse a la potencia de la segunda.
Fuel Fandango han alcanzado el éxito mezclando castellano e inglés y electrónica y flamenco, facturando himnos contundentes que mezclan con éxito sonidos clásicos de nuestro país con las últimas tendencias. Durante muchos años, la música española pareció reivindicar propuestas que venían desde el extranjero y el folclore nacional se vio relegado a un segundo plano, pero en la última década, una serie de artistas han triunfado combinando sonidos que parecían incompatibles.
Los Planetas – Porque me lo digas tú
Zona temporalmente autónoma —publicado hace tres años— es el último álbum hasta la fecha de la mítica banda granadina, donde encontramos temas de lo más recomendables, como Islamabad o Porque me lo digas tú, una preciosa balada de pop que tiene una suave base electrónica, bebe del flamenco y está llena de arreglos de cuerda.
Maria Arnal i Marcel Bagés – Tú que vienes a rondarme
Público y crítica especializada se enamoraron de un himno que aparecía en las primeras posiciones de decenas de listas de las mejores canciones nacionales del año 2017 y que se sustenta en un bombo, un toque electrónico, una guitarra y una voz femenina que asusta. Todo el álbum con el que se dió a conocer el proyecto de los músicos Maria Arnal i Marcel Bagés es una joya, como ya demostraron cuando pisaron el teatro Casyc de Santander, con entradas agotadas.
Maronda – Volverás
La banda formada por Pablo Maronda y Marc Greenwood (bajista de La Habitación Roja) es una rara avis en el panorama musical español. Facturan preciosas canciones de pop que reivindican la tradición que inauguraron grupos como Vainica Doble o Los Brincos, pero alternadas con momentos más guitarreros, y nos han dejado himnos recomendables como Volverás y Hemos matado a San Valentín.
Rosalía – Malamente
Lo de Rosalía ha sido un fenómeno mundial que ha acaparado listas de medio mundo y nos ha dejado algunas de las canciones más pegadizas de los últimos años. Una artista única que, de la misma manera que se adentra en sonidos como el reggaeton, factura himnos sobre palos de flamenco, como Juro que y Malamente, el tema con el que hace dos años puso patas arriba a nuestro país.
Lorena Álvarez y su Banda Municipal – Novias
La artista asturiana rescata sonidos de la tradición clásica española, como las jotas, para expresar todas sus inquietudes. ¿Un álbum que se abre con el sonido de un rebaño de ovejas? Costumbrismo gastronómico, desolación ante la muerte y pequeñas historias ambientadas en la España árabe, donde destacan la reivindicación de Si tú eres mi hombre y los versos enfrascados con castañuelas de Novias.
Klaus & Kinski – Mamá, no quiero ir al colegio
La formación murciana nos deleitó hasta su separación con tres discos que son una pequeña joya. Cuesta quedarse con un sólo álbum. Su segundo disco lleva por título Tierra, trágalos, tiene diez años de vida y es un fascinante viaje por sonidos tan dispares como el pasodoble de El rey del mambo y la reina de Saba y la melancolía cargada de violines de Mamá, no quiero ir al colegio.