La película británica Yesterday tiene una premisa tan simple como brillante: nadie en el mundo recuerda a los Beatles y sólo un músico sin éxito que está a punto de tirar la toalla se sabe sus canciones.
La cinta Yesterday tenía todos los ingredientes para convertirse en una de las mejores películas de los últimos años: un argumento brillante, actores prometedores y varias de las mejores canciones de la historia. La premisa es simple, después de un apagón generalizado en todo el mundo, un músico que no ha logrado nada en su carrera se da cuenta de que es la única persona que recuerda a los Beatles. A partir de ese momento, se encierra en una habitación con el objetivo de intentar rememorar el mayor número posible de canciones de la banda londinense, y comienza una disparatada historia.
Más datos interesantes a tener en cuenta. Detrás de la película se encuentran Danny Boile y Richard Curtis. Para los que no los conozcan, el primero es el director de cintas de culto como Trainspotting y Slumdog millionaire, mientras que el segundo es uno de los mejores guionistas ingleses de los últimos años, y en su currículum aparecen pequeñas joyas cinematográficas como Love actually o Radio encubierta. Imprescindibles ambas. La segunda retrata en clave de comedia la censura que sufrieron las radios musicales en Inglaterra a finales de los años sesenta y forma parte de nuestra lista de películas recomendadas sobre música que todo el mundo debería haber visto.
La expectación que había levantado Yesterday era enorme. Su director incluso había abandonado el proyecto de una nueva película de James Bond cuando recibió el guion con la historia relacionada con los Beatles. Sin embargo, no todo son halagos. La película acaba transformada en una especie de comedia romántica con las canciones de la banda como excusa. Un universo en el que Ed Sheeran sigue siendo una estrella de la música pop y pocas cosas han cambiado. Se trata bastante por encima cuál ha sido la influencia del grupo de Liverpool en la historia.
La sensación final no deja de ser la de que nos encontramos ante una divertida e interesante obra, con una banda sonora conmovedora y varios momentos brillantes, pero que se queda lejos de ese estatus de culto que parecía que podía alcanzar la cinta.
Si vais al cine, pasaréis un rato interesante, que ya es mucho.